Publicado: 28 de octubre de 2025 | Actualizado: 01/11/2025 a las 12:36:15 AM
La enzima en sangre que indica hígado graso, podría ser clave en la formación de lluvia no nubes atmosféricas.
Cuanta más enzima de hígado graso en sangre, más formación de lluvia.
La enzima de hígado graso le come terreno en sangre a los azucares, para que los azucares no disuelvan la humedad o nubes que dan formación a la lluvia.
Dosis de proteínas ayudan a la formación de agua atmosférica y si el nivel de proteína es bajo o alto el hígado podría liberar mucha dosis de la enzima de hígado graso.
El alcohol también libera esta enzima en el hígado ya que se concentra en sangre y le come terreno en sangre a los azucares.
Con el hígado graso y la enzima de hígado graso en sangre, el rendimiento físico cae, un porcentaje, según los niveles de la enzima en sangre. Por ejemplo. la enzima de hígado graso, le come terreno a los azucares, para anticuerpos y rendimiento físico, con la oxidación de neurotransmisores y con la enzima de hígado graso, se queman menos neurotransmisores, provocando más colesterol y menos eliminación por el hígado, de anticuerpos o leucocitos que fagocitan y se va menos al baño, provocando un cambio de horario en el baño o un cambio de ritmo habitual.
Con la enzima de hígado graso, los asteroides del espacio, que acaban en la tierra, podrían pausar y quedar suspendidos, en sus micro atmósferas.
Sobrepasarse en la actividad física y menos horas de sueño, podría bajar el nivel de proteína y subir los niveles de esta enzima de hígado graso en sangre.
Tambien la puede suceder, que la presión sanguinea suba, cuando el hígado libera esta enzima a sangre, debido a que se van a oxidar menos anticuerpos y neurotransmisores y el consumo de oxígeno cae y en esta ocasión las personas con un pulso bajo, les puede subir más la presión sanguínea, debido a que el ritmo cardiaco no se puede bajar tanto, para crear una presión arterial de oxígeno, idónea con el ritmo cardiaco y consumo de oxígeno.
En el caso de proteínas e hígado graso, hay que estudiar varios factores a tener en cuenta. Las proteínas de carnes, pescados y leche, son proteínas poco ionizantes de agua atmosférica y son ideales para días muy húmedos y de formación de lluvia y ayuda a bajar los niveles de la enzima de hígado graso en sangre, pero dependiendo de cada caso, puede provocar sueños con mucha luz cuando los neurotransmisores trabajan a un ritmo fuerte y hay poca humedad. En este caso recomiendo proteína vegetal concentrada en suplementos alimenticios, como puede ser la de guisantes, que su nivel ionizante y de formación de lluvia, es mayor, frenando los neurotransmisores y los sueños con mucha luz, pero abusar de esta proteína puede provocar hígado graso por exceso de agua atmosférica y reducir el rendimiento físico.
Los sueños con mucha luz pueden ser un síntoma que la atmosfera y células coge mucho hidrogeno más que oxígeno, los asteroides cogen atmosfera y no se disuelven en el planeta, el pelo blanquea, aparecen fotones de insectos, se tiene más gases en el colon, y sube el nivel de lactato en células, todo esto, debido a bajo en proteína.
Al tener poca proteína los carbohidratos no se queman y entran en células y se liberan antes en forma de lactato a sangre al hacer ejercicio y el lactato tiene un efecto de bajada de potencia muscular parecido a la enzima de hígado graso, al hacer deporte. Con dosis buenas de proteína este azúcar permanece en sangre y los leucocitos los van disolviendo en calorías según las dosis necesarias para el ejercicio y anticuerpos y si el azúcar o carbohidrato, entra en células al liberar el lactato a sangre el efecto tardío por digestión del leucocito es el que penaliza, en el rendimiento físico al hacer ejercicio ya que la sangre esta baja en anticuerpos. Ciertos nutrientes en sangre, después de una digestión y al hacer ejercicio, puede tener el mismo efecto que el ácido lactato y la enzima de hígado graso. Una digestión buena, tarda entre dos o dos horas y media el estómago y el leucocito, otras dos o dos horas y media y en total son, 4 o 5 horas, para tener la sangre óptima, para el rendimiento físico. En España la mejor hora para comer, según esto, sería a las 4 de la madrugada, si nos levantamos temprano.